Los centros de salud son espacios críticos en los que es bastante habitual la presencia de diferentes microorganismos. Es por ello que la limpieza y desinfección rigurosa son vitales para mantener un entorno seguro y libre de virus.
En este sentido, existen distintos tipos de aseo hospitalario con procedimientos determinados para conseguir resultados excepcionales en los centros médicos. En este artículo le contaremos cuáles son y las técnicas que se emplean. ¡Continúe leyendo e infórmese!
Más allá de la mera apariencia física, los servicios de aseo hospitalario desempeñan un papel determinante en la prevención de infecciones nosocomiales y la promoción de la salud del paciente.
Cuando una persona se encuentra en un entorno limpio y desinfectado, se reduce considerablemente el riesgo de exposición a patógenos que podrían complicar su estado de salud. La eliminación regular de gérmenes, virus y bacterias de las superficies y el aire contribuye a un ambiente más seguro, que reduce considerablemente el riesgo de que un paciente contraiga una infección.
Además, cuando se tiene contacto con un entorno ordenado, es posible que tenga una influencia favorable en el bienestar psicológico del paciente, lo cual conlleva a presentar una actitud más positiva hacia su tratamiento y recuperación.
Caso contrario, cuando el lugar carece de medidas de higiene, puede aumentar el riesgo de infecciones, complicar el tratamiento médico, prolongar la estancia en el hospital y generar ansiedad y estrés en el paciente y sus familiares.
Un paso clave al momento de ejecutar las tareas de limpieza hospitalaria, es determinar cuál es el tipo que se debe ejecutar. Aquí encontramos el aseo rutinario, aseo terminal y aseo terminal. A continuación, veremos en qué consisten:
Se trata del proceso de aseo que se ejecuta a diario en todos los espacios del centro de salud. Tiene como fin conservar cada una de las áreas ordenadas y libres de patógenos. En este procedimiento se incluye:
Es importante mencionar que la limpieza de la zona próxima al paciente depende de la rutina y procedimientos del propio centro sanitario. Puede ocurrir que en casos específicos, enfermeras o auxiliares tengan la responsabilidad de limpiar y desinfectar determinados equipamientos, como respiradores o monitores.
De igual forma, es importante mencionar que los espacios de limpieza rutinaria, como pasillos o salas de espera, tienen que intervenir en los horarios en que haya menor flujo y cantidad de pacientes.
Este tipo de aseo se lleva a cabo tantas veces como sea necesario en función del tipo de área, sin embargo, lo más común es:
Dentro del proceso de aseo hospitalario, es clave el abordaje de las habitaciones de los pacientes de forma rutinaria. Se trata de un procedimiento minucioso, en el cual se limpia el polvo de la mesa de noche, mueble, cama, barandas, atril, equipo de bomba de infusión, monitor, toma de oxígeno, fuente de succión, timbre y escalerilla, utilizando un paño húmedo con agua de chorro.
En cuanto a la limpieza horizontal o vertical, el personal encargado lo ejecuta en línea recta, esto ayuda a que no queden marcas en la superficie.
Además, se realiza barrido con escoba de adentro hacia afuera, trapeado de adentro hacia afuera con detergente líquido y aplicación de desinfectante hipoclorito para el segundo trapeado.
Este tipo implica un proceso más completo y riguroso. Aquí se encuentran tanto las superficies horizontales como las verticales internas y externas. Se lleva a cabo máximo cada 15 días en zonas críticas y entre 15 y 30 días en zonas semicríticas y no críticas.
En este proceso se intervienen pisos, techos, paredes, equipamientos y mobiliario como sillas, camas hospitalarias, cristales, mesas y lámparas.
La principal diferencia que existe con el aseo rutinario, es que se emplea maquinaria para la limpieza y desinfección de pisos. Los detergentes solamente se usan en espacios que pueden contener materia orgánica.
El aseo terminal de puestos de enfermería, desagües, depósito de material de limpieza y sala de utilidades debe ser programada considerando el horario de menor concentración de personal, o en un horario en el que no se perjudique la dinámica del sector o calidad de limpieza.
La frecuencia de este tipo de este tipo de aseo suele ser la siguiente:
Este tipo de aseo se ejecuta una sola vez por semana, por lo que es crucial que se lleve a cabo de forma detallada y meticulosa. La limpieza se realiza con paños de agua sin exceso de humedad para evitar afectaciones en el sistema eléctrico y deterioro de la cama e inmobiliario, causados por la humedad y la caída inadvertida de agua.
La desinfección se lleva a cabo con solución de hipoclorito de sodio diluido a 5.000, el cual se deja actuar por 10 minutos y se retira posteriormente utilizando paños con agua sin exceso de humedad.
Este tipo de aseo también aplica después de la salida de un paciente ais-
lado. Para este caso se le daría tratamiento de área crítica. Además, cuando se autoriza la salida de un paciente general quedando la habitación desocupada.
Para poder cumplir a cabalidad con las tareas de aseo hospitalario, es primordial seguir una serie de técnicas especiales que permiten obtener espacios relucientes y seguros. Veamos a continuación cuáles son:
Se lleva a cabo para retirar los microorganismos de superficies que han sido contaminadas con sangre o materia orgánica. Para eliminar la materia orgánica se hace uso de un paño o papel y luego se limpia el área con agua y jabón, posteriormente se aplica desinfectante. También es posible optar por el método de nebulización, el cual facilita la intervención de todas las superficies.
Es una técnica elemental para la eliminación de la suciedad de las superficies contaminadas por materia inorgánica. Para llevarla a cabo se emplean productos como paños o mopas húmedas que facilitan la recolección de polvo u otro tipo de partículas.
Se lleva a cabo para retirar los microorganismos de superficies que han sido contaminadas con sangre o materia orgánica. Para eliminar la materia orgánica se hace uso de un paño o papel y luego se limpia el área con agua y jabón, posteriormente se aplica desinfectante. También es posible optar por el método de nebulización, el cual facilita la intervención de todas las superficies.
Es una técnica de fregado de pisos que consiste en el uso de un dispositivo con dos baldes, uno de color azul (limpio) y de color rojo (sucio). Para empezar, se enjuaga el trapero en el agua del balde azul, se procede con la limpieza del suelo y de allí se escurre el agua en el balde rojo. De ese modo, se evita la mezcla de desinfectantes con contaminantes.
Esta actividad se realiza en contenedores impermeables y debidamente etiquetados para evitar cualquier tipo de equivocación o accidente en su manipulación.
Como hemos podido observar, el aseo hospitalario es primordial para cualquier centro de salud. Por consiguiente, debe ser ejecutado por profesionales altamente capacitados. Por esta razón, en Misión Servir, ofrecemos servicios generales especializados en la ciudad de Bogotá para este tipo de instituciones.
Nuestro personal de aseo adelanta cada una de las actividades aplicando los protocolos establecidos con el objetivo de preservar la salud y el bienestar de cada uno de los ocupantes del centro médico. ¡Contáctenos y obtenga atención personalizada!
Con el fin de garantizar el cumplimiento de cada una de las actividades de aseo y limpieza, asignamos personal altamente competente, que se encarga de realizar un monitoreo constante de las tareas ejecutadas por nuestro personal de aseo en los centros de salud. Así podemos detectar a tiempo cualquier tipo de anomalía y proporcionar la debida retroalimentación para mantener altos estándares de calidad.
El aseo hospitalario es un aspecto fundamental en la atención médica que no debe subestimarse. Para llevarlo a cabo se deben implementar los diferentes tipos según las necesidades de cada área, estos son el aseo rutinario, aseo terminal y aseo terminal en habitación del paciente. Al mantener un entorno limpio y desinfectado se protege la salud de los pacientes y el personal médico, además que contribuye a una recuperación más rápida y exitosa.
Al momento de ejecutar labores de aseo en un centro hospitalario, se debe distinguir el tipo de zona a abordar. Estas se clasifican en áreas críticas, donde existe un alto riesgo de transmisión de infecciones o hay pacientes inmunocomprometidos, las áreas semicríticas, que corresponden a aquellas con un riesgo mediano o bajo de contaminación o transmisión de enfermedades, y las áreas no críticas, que hacen referencia a esas en las que las personas se encuentran de paso y no tienen contacto directo con elementos hospitalarios.
Esta debe llevarse a cabo tantas veces como sea necesario en el tipo de área. Normalmente, se tienen en cuenta los siguientes parámetros: 3 veces al día en áreas críticas, 2 veces al día en áreas semicríticas, 1 vez al día en áreas no críticas y 1 vez al día en áreas externas.
En los centros de salud se pueden emplear diferentes desinfectantes para funciones específicas, estos son: hipoclorito de sodio, povidona ioadada, gluconato de clorhexidina, hexaclorofeno, agua oxigenada, alcohol y glutaraldehído.
Además le puede interesar: