A través de un protocolo de limpieza se diseñan y jerarquizan las acciones rutinarias de aseo en las áreas de trabajo. En la era post Covid-19 esta guía de normas y recomendaciones toma una nueva dimensión de importancia.
Con el retorno a las actividades presenciales en las oficinas es necesaria la revisión y ajustes de todos los protocolos de limpieza.
Estas medidas de revisión no solo van orientadas a disminuir los riesgos de propagación de la enfermedad, sino también a que los empleados y colaboradores se sientan más seguros de asistir a sus puestos de trabajo.
Y aunque muchas empresas han adaptado sus procesos productivos a la modalidad del trabajo a distancia o teletrabajo, hay muchas otras que, por sus estructuras y requerimientos específicos, poco a poco han venido proponiendo el retorno a la presencialidad.
Después de meses marcados por el confinamiento general y las restricciones, en el último tiempo han habido ciertas aperturas para el retorno a las oficinas, esto con el fin de darle un impulso más a la reactivación de la economía.
Las bases para establecer los protocolos de limpieza en la oficina están detallados en la Resolución 666 de 2020 y actualizada en la 223 y la 777 de 2021
Pero el retorno no se está dando a la normalidad a la que la mayoría estaba acostumbrada o percibía como habitual. Ahora hay que tomar medidas para resguardar la salud personal, familiar y social que se deben trasladar y adecuar al ámbito laboral.
Hay normas básicas que hay que seguir, como el distanciamiento físico, el uso de mascarilla y el lavado de manos constante, pero en la oficina hay que tomar en cuenta algunos otros aspectos para hacer prevalecer la salud de empleados y trabajadores.
Los empleadores, antes de hacer el llamado al retorno a las oficinas, deben establecer un estricto protocolo de limpieza, procurar su cumplimiento y velar por su supervisión.
En Colombia, el Gobierno Nacional estableció una serie de medidas estipuladas en la Resolución 666 de 2020 y que luego fue actualizada con la 223 y 777 de 2021. Estas recomendaciones deben ser acatadas por todos los actores de la vida social y económica.
Estas resoluciones van además en consonancia con lo ya establecido en la Normatividad de Seguridad y Salud en el Trabajo a través de la implementación del SG-SST.
Lo primero que aclara la ley es que todas las empresas para poder adaptar de nuevo la presencialidad en oficinas a su dinámica productiva, deben obligatoriamente adaptar sus protocolos de limpieza regulares.
¿Esto qué implica? Que las empresas deben asesorarse con un grupo auditor que diseñe las recomendaciones y directrices de bioseguridad adaptadas a las particularidades de la empresa.
Si por ejemplo, en la oficina cohabitan generalmente 50 empleados, en solo 90 metros cuadrados, hay que hacer el cálculo si pueden guardar la distancia física mínima recomendada hoy por las autoridades sanitarias nacionales y de la OMS.
En este caso, se deben tomar decisiones acerca de mantener un grupo trabajando desde casa y otro desde la oficina o, establecer días para la asistencia de grupos de trabajadores “tipo burbuja”.
La ley además especifica aspectos como las convenciones para realizar la limpieza de áreas en particular o los implementos de bioseguridad que deben usar, tanto empleados y trabajadores, como los encargados de hacer el aseo en las oficinas.
El empleador está obligado por la ley a asumir la responsabilidad de hacer cumplir el protocolo de aseo, ya sea que cuente con un equipo de limpieza en nómina o que contrate a un outsourcing. En cualquiera de los dos casos, es responsable del cumplimiento del protocolo.
Empleadores, trabajadores, colaboradores y autoridades tienen el deber de velar por el cumplimiento de los protocolos de limpieza
Los empleados también tienen su cuota de responsabilidad en el protocolo de limpieza. Deben colaborar e informar de cualquier novedad que se presente durante la jornada laboral.
Entre otras cuestiones, el protocolo enmarcado en la Resolución 223 de 2021 señala que el personal que realiza el procedimiento de limpieza debe contar con el EPP (Equipo de protección personal) adecuado y certificado.
También que se deben limpiar todas las superficies con productos de comprobada efectividad, por lo menos una vez al día, o dependiendo del área específica de trabajo, pues seguramente otras requerirán que se hagan más seguido.
En Misión Servir sabemos de la importancia de contar con un protocolo de limpieza adaptado a la nueva realidad. En nuestro canal de Youtube está disponible material detallado de lo que implica ejecutar un protocolo de limpieza con altos estándares de calidad.
La supervisión es fundamental para garantizar el cumplimiento del protocolo de limpieza. La ley obliga a los empleadores a gestionar y promover las actividades de un grupo auditor interno.
Este equipo de profesionales de la seguridad industrial debe estar un paso adelante para identificar y controlar los riesgos que puedan afectar el bienestar de los trabajadores, empleados y colaboradores de la oficina.
Instituciones del gobierno local también deben velar por el cumplimiento del protocolo de limpieza y ejecutar supervisiones periódicas para constatar que la ley se esté respetando.
El protocolo de limpieza se ha tornado cada vez más fundamental para el buen funcionamiento de las empresas.
Gracias a su cumplimiento, empleados y trabajadores pueden volver a las oficinas con menos riesgos de contagiarse de enfermedades como la Covid-19. Detener la propagación de este contagioso virus, es el objetivo.
Los protocolos de limpieza comprenden una serie de normas, recomendaciones y maneras de accionar en pos de hacer prevalecer la salud, en este caso, de los trabajadores.
En Colombia estos protocolos están regulados, en el tema de Covid-19, por la Resolución 223 de 2021, aunque también depende en gran medida de la Normatividad de Seguridad y Salud dictada por el Ministerio del Trabajo.
Entre otras cuestiones, los protocolos de limpieza deben incluir el uso obligatorio, por parte de quienes realizan las actividades de aseo, de EPP específicos como guantes dobles o monogafas. Los trabajadores, empleados y colaboradores, también deben poner de su parte y cumplir con las normas que se establezcan.
En Misión Servir cumplimos con la reglamentación establecida por la SG-SST porque queremos cuidarle y cuidarnos. El servicio que prestamos tiene sentido humano y altos estándares de calidad.
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