El mundo transita aún momentos complicados por la pandemia de la Covid-19. Entender cuándo y cómo aplicar un protocolo de limpieza y desinfección adecuado se hace obligatorio para brindar entornos cada vez más seguros para empleados, visitantes y colaboradores.
En primer lugar, es necesario aclarar que, a pesar de la creencia común, la limpieza y la desinfección son actividades distintas.
Y sí, generalmente se engloban bajo un mismo concepto, sin embargo, no se debe pensar que con solo limpiar o solo desinfectar el trabajo está completo.
Limpiar implica remover suciedad y mayormente los gérmenes de las superficies.
Por otro lado, desinfectar implica eliminar, por medio de productos especiales, agentes patógenos que son difíciles de ver sobre la suciedad corriente y, por lo cual, constituyen un riesgo mayor para la salud.
Limpiar y desinfectar no implican lo mismo, más bien dependen una de la otra para generar espacios y entornos más saludables.
Ambas actividades coexisten tanto en la teoría como en la práctica, porque no es posible desinfectar, si no se limpia primero.
Un protocolo de limpieza y desinfección es una guía de los pasos, en tanto un procedimiento que se debe cumplir para alcanzar un objetivo, en este caso, generar entornos sanos.
En este protocolo o manual (en definitiva, se trata de un documento de texto) se especifican las acciones y respuestas que se deben ejecutar ante cualquier situación, comunes o extraordinarias, propias de las actividades de limpieza y desinfección.
Mientras más específico sea el protocolo, mejores resultados se alcanzan.
En un protocolo de limpieza y desinfección no solo se deben tomar en cuenta las particularidades de la organización en la que se implementará. Su columna vertebral lo constituyen las normativas vigentes, dictadas por las autoridades locales y nacionales.
Algunos aspectos a considerar a la hora de pensar y desarrollar un protocolo de limpieza y desinfección son:
Un buen protocolo de limpieza y desinfección debe armarse y diseñarse bajo la supervisión de un experto.
Debido a que requiere la adecuación a la normativa vigente y el consenso de unas reglas de trabajo que respondan a altos estándares de calidad, no se pueden dejar detalles o consideraciones al azar.
Además de estar disponible en distintos formatos, el protocolo de limpieza y desinfección debe ser promocionado a través de campañas informativas regulares. Es importante que todos en la oficina estén al tanto de la normativa como de la especificad del protocolo particular.
Esta guía debe especificar actividades, frecuencias, productos y material a utilizar, además del equipamiento de bioseguridad que el personal de limpieza asignado debe portar.
Cada actividad tiene que estar enunciada en términos claros y en relación con el tiempo y forma que se corresponde para llevarla a cabo.
Tanto las acciones regulares, como las extraordinarias se deben contemplar en el documento y estar lo suficientemente descritas y consideradas en las posibles situaciones que resolver.
También hay que tomar en cuenta, que lo que no se supervisa y evalúa, no se puede mejorar. Por tal razón debe existir una hoja de control. En ella se llevará una relación de las actividades planificadas, cumplidas, el colaborador que la completó y si hubo alguna novedad.
A su vez, cada cierto tiempo se debe hacer una revisión del protocolo de limpieza y desinfección. De ser necesario, se deberá reajustar el protocolo, para que sea lo más eficiente posible.
Esto corresponde así no solo para asegurarse de que se están cumpliendo los lineamientos emanados por los organismos oficiales, sino también para verificar que las medidas adoptadas en la oficina rinden los resultados esperados.
Las actividades de limpieza deben establecerse regularmente, sobre todo y más de una vez al día, en zonas de mucho movimiento de personas, como comedores, baños o áreas comunes de descanso.
Escritorios, picaportes, pasamanos de escaleras, computadoras personales y otros equipos similares, con mucho contacto, también deben cumplir con un protocolo de limpieza intensivo. Además, todas las áreas de trabajo deben responder a ciertos estándares de orden.
La desinfección, por su parte, debe establecerse según las necesidades particulares de la oficina, siguiendo la reglamentación de las autoridades.
Quizás hay recintos con un flujo mayor de visitantes, por ejemplo, donde se implementará un plan de desinfección menos espaciado en el tiempo.
Cada actividad debe planificarse según la normativa gubernamental vigente y los requerimientos particulares de la oficina.
O quizás, en situaciones apremiantes, como la confirmación de un brote de alguna enfermedad viral o bacteriana entre los empleados y colaboradores de la oficina o en las áreas cercanas, se requiera de procesos de desinfección más asiduos o de mayor especificidad respecto de tal o cual patógeno.
Apoyarse en los expertos es la mejor forma de aplicar eficientemente un protocolo de limpieza y desinfección en su oficina. ¿Por qué? Porque la experiencia y el profesionalismo dan respaldo al trabajo que se realiza.
Además contar con el asesoramiento y acompañamiento de expertos, en el corto y mediano plazo, representa un ahorro de recursos.
Ahora bien, no se trata solo de apoyarse en expertos: es buscar apoyo en los que puedan garantizar desde el día #1 altísimos estándares de calidad en los resultados. Así lo hacemos en Misión Servir, porque tenemos años de experiencia y vocación por hacer las cosas muy bien.
En Misión Servir contamos con un talento humano responsable y profesional, con equipos especializados para distintos requerimientos y con productos de limpieza que siguen la normativa vigente y que son altamente eficientes. Todo ello lo ponemos a su disposición.
En Misión Servir somos especialistas en procurar los espacios sanos que merecen sus empleados y colaboradores.
El protocolo de limpieza y desinfección es necesario para disminuir, en los entornos laborales, el riesgo de propagación de enfermedades. Cuando todavía vivimos y convivimos con el Covid-19, esto se vuelve vital y de suma importancia.
Bien diseñados, resultan guías específicas de los procedimientos a seguir en las actividades de limpieza y desinfección. Establecer acciones para solucionar cada requerimiento, habitual o extraordinario es el objetivo de un manual de limpieza y desinfección.
Limpiar y desinfectar no implica lo mismo, por lo que hay que diseñar protocolos que coordinen ambas actividades, a fin de complementarlas de manera eficiente.
En Misión Servir queremos ayudarle a establecer protocolos de limpieza y desinfección en su oficina. Estamos preparados: tenemos la experiencia, el profesionalismo y la vocación de servicio necesarios para una empresa de limpieza. No dude en contactarnos.
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