¿Cuál es el protocolo de aseo en centros educativos?
Establecer un protocolo de aseo es clave para garantizar el bienestar de estudiantes y personal administrativo de centros educativos. Seguir lineamientos para la limpieza e higiene ayuda, junto a otros factores, a prevenir la propagación de enfermedades.
Las instalaciones de los centros educativos tienen una alta afluencia de personas de diferentes edades, quienes interactúan continuamente. Esta particularidad hace que sea todo un desafío mantener todas las zonas aseadas si no se tiene un plan bien estructurado.
La planificación rigurosa de las actividades de limpieza, adaptadas a cada área, es fundamental para que se logren los objetivos. Pero, ¿cuál es el protocolo de aseo ideal para responder a lo que necesitan los centros educativos? Se lo detallamos a continuación.
Es importante, antes de definir o adoptar un protocolo de aseo, entender la realidad del centro educativo. Por ejemplo, la cantidad de personas que se mueven o permanecen en sus instalaciones, las características de las instalaciones, así como los recursos disponibles.
Partiendo de este diagnóstico pueden establecerse las medidas que tomarán para realizar el aseo y la desinfección de las áreas. Ambas tareas son elementales para garantizar la salud y la seguridad de todos en la comunidad educativa.
Entendiendo que hay diferencias entre limpiar y desinfectar, pueden definirse a continuación las tareas en diarias y extraordinarias. Las labores más básicas, tales como retirar el polvo y la suciedad, deben ejecutarse a diario.
En cambio, las tareas de desinfección que requieren el uso de maquinaria y productos especializados se realizarán cada vez que sea conveniente. Esto debe hacerse sin afectar la dinámica cotidiana del centro educativo.
Pero entremos más en detalle en lo que podemos denominar líneas de defensas en el protocolo de aseo. Estos son los pilares que sostendrán la gestión de la limpieza y la desinfección de las instalaciones.
Si bien es fundamental que los espacios físicos y materiales del centro estén aseados, también es necesario promover la buena higiene personal. ¿Por qué? Porque todos los esfuerzos suman a la hora de procurar el bienestar colectivo.
Las enfermedades se propagan más fácilmente si no se tiene cuidado personal. A través de las manos pueden recogerse decenas de virus y bacterias; por ello hay que educar y recalcar la importancia del lavado de manos constante.
Esta medida debe reforzarse especialmente cuando las aulas son ocupadas por niños pequeños acostumbrados a compartir juguetes o materiales didácticos. Sin embargo, la medida debe promocionarse en todos los niveles, incluso para el personal administrativo y docente.
Otra medida de higiene personal que debe vigilarse de cerca es la forma correcta de taparse la boca y nariz al toser o estornudar. Esto debe hacerse con la parte interna del antebrazo, luego, debe lavarse el área con agua y jabón o con gel alcoholado.
Hay labores de aseo que deben realizarse a diario, incluso, varias veces al día de ser posible. Quitar el polvo y la suciedad de mesas, pisos, pupitres y superficies de alto contacto son algunos ejemplos; también el lavado de sanitarios y la correcta recolección de los desechos.
Se debe barrer y trapear, preferiblemente antes de que los estudiantes lleguen a las instalaciones para evitar accidentes. Esto no limita a que se haga el aseo en horas de clases, pero entonces deben tomarse las medidas correspondientes.
Limpiar las áreas comunes de recreo y comedores regularmente es otra de las medidas clave en el protocolo de aseo.
Los procesos de desinfección necesitan más planificación y son igual de importantes que los que se llevan a diario. Es más adecuado que estas tareas se desarrollen cuando el centro educativo no tenga actividades, por el uso de material que pudiera ser irritante.
Los químicos pueden causar alergias a ciertas personas. Si bien su uso está autorizado bajo las especificaciones del fabricante, es mejor evitar cualquier tipo de inconvenientes.
En las tareas extraordinarias también pueden incluirse la desinfección e higienización de áreas como las cocinas o sanitarios. Cada cierto tiempo es adecuado hacer un tratamiento profundo de aseo de estas zonas, aunque a diario se limpien.
Uno de los aspectos más importantes del protocolo de aseo en centros educativos es identificar las necesidades o requerimientos específicos de limpieza de cada área. Todas necesitan un cuidado especial para poder garantizar el bienestar de todos.
Involucrar a toda la comunidad educativa para el cumplimiento de la planificación también es fundamental para alcanzar los resultados esperados.
Otro aspecto clave es buscar la asesoría de profesionales para planificar el protocolo de aseo del centro educativo. La experiencia de las empresas de limpieza profesional aporta un extra y puede hacer más eficientes las labores.
En Misión Servir preparamos a nuestro personal para que ejecute las más adecuadas prácticas de limpieza y desinfección. Además, adaptamos nuestro portafolio de servicios a las necesidades de nuestros clientes.
Nuestro propósito es ayudarles a alcanzar sus metas de garantizar bienestar.
Establecer un protocolo de aseo significa optimizar el bienestar y la seguridad de quienes están jornada a jornada en los centros educativos. Deben considerarse tres pilares para su correcta planificación: higiene personal, procedimientos cotidianos y extraordinarios.
Esto constituye todo un reto, tomando en consideración la interacción y las múltiples actividades que se llevan a cabo en los centros educativos. Por ello es importante contar con la colaboración de toda la comunidad, y muy especialmente también con la asesoría de empresas profesionales de aseo.
Recuerde que en Misión Servir estamos listos para ser el aliado que necesita para cumplir sus protocolos de aseo y desinfección. Si quiere saber más acerca del alcance de nuestros servicios, contáctenos.
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Las instalaciones de los centros educativos tienen una alta afluencia de personas de diferentes edades, quienes interactúan continuamente. Esta particularidad hace que sea todo un desafío mantener todas las zonas aseadas si no se tiene un plan bien estructurado.
La planificación rigurosa de las actividades de limpieza, adaptadas a cada área, es fundamental para que se logren los objetivos. Pero, ¿cuál es el protocolo de aseo ideal para responder a lo que necesitan los centros educativos? Se lo detallamos a continuación.
¿Cuál es el protocolo de aseo en centros educativos?
Es importante, antes de definir o adoptar un protocolo de aseo, entender la realidad del centro educativo. Por ejemplo, la cantidad de personas que se mueven o permanecen en sus instalaciones, las características de las instalaciones, así como los recursos disponibles.
Partiendo de este diagnóstico pueden establecerse las medidas que tomarán para realizar el aseo y la desinfección de las áreas. Ambas tareas son elementales para garantizar la salud y la seguridad de todos en la comunidad educativa.
El establecimiento de protocolos mejorados para la limpieza y desinfección refleja el interés del centro educativo por el bienestar de los alumnos y personal.
Entendiendo que hay diferencias entre limpiar y desinfectar, pueden definirse a continuación las tareas en diarias y extraordinarias. Las labores más básicas, tales como retirar el polvo y la suciedad, deben ejecutarse a diario.
En cambio, las tareas de desinfección que requieren el uso de maquinaria y productos especializados se realizarán cada vez que sea conveniente. Esto debe hacerse sin afectar la dinámica cotidiana del centro educativo.
Líneas de defensa para garantizar el aseo e higiene en centros educativos
Pero entremos más en detalle en lo que podemos denominar líneas de defensas en el protocolo de aseo. Estos son los pilares que sostendrán la gestión de la limpieza y la desinfección de las instalaciones.
Higiene personal
Si bien es fundamental que los espacios físicos y materiales del centro estén aseados, también es necesario promover la buena higiene personal. ¿Por qué? Porque todos los esfuerzos suman a la hora de procurar el bienestar colectivo.
Las enfermedades se propagan más fácilmente si no se tiene cuidado personal. A través de las manos pueden recogerse decenas de virus y bacterias; por ello hay que educar y recalcar la importancia del lavado de manos constante.
Asegurar la ventilación correcta de todos los espacios , junto a la limpieza y desinfección, son formas de reducirlos riesgos de contagio de enfermedades.
Esta medida debe reforzarse especialmente cuando las aulas son ocupadas por niños pequeños acostumbrados a compartir juguetes o materiales didácticos. Sin embargo, la medida debe promocionarse en todos los niveles, incluso para el personal administrativo y docente.
Otra medida de higiene personal que debe vigilarse de cerca es la forma correcta de taparse la boca y nariz al toser o estornudar. Esto debe hacerse con la parte interna del antebrazo, luego, debe lavarse el área con agua y jabón o con gel alcoholado.
Procedimientos regulares de limpieza
Hay labores de aseo que deben realizarse a diario, incluso, varias veces al día de ser posible. Quitar el polvo y la suciedad de mesas, pisos, pupitres y superficies de alto contacto son algunos ejemplos; también el lavado de sanitarios y la correcta recolección de los desechos.
Se debe barrer y trapear, preferiblemente antes de que los estudiantes lleguen a las instalaciones para evitar accidentes. Esto no limita a que se haga el aseo en horas de clases, pero entonces deben tomarse las medidas correspondientes.
Limpiar las áreas comunes de recreo y comedores regularmente es otra de las medidas clave en el protocolo de aseo.
Procedimientos adecuados de desinfección e higiene
Los procesos de desinfección necesitan más planificación y son igual de importantes que los que se llevan a diario. Es más adecuado que estas tareas se desarrollen cuando el centro educativo no tenga actividades, por el uso de material que pudiera ser irritante.
Los químicos pueden causar alergias a ciertas personas. Si bien su uso está autorizado bajo las especificaciones del fabricante, es mejor evitar cualquier tipo de inconvenientes.
En las tareas extraordinarias también pueden incluirse la desinfección e higienización de áreas como las cocinas o sanitarios. Cada cierto tiempo es adecuado hacer un tratamiento profundo de aseo de estas zonas, aunque a diario se limpien.
Aspectos clave en la limpieza de centros educativos
Uno de los aspectos más importantes del protocolo de aseo en centros educativos es identificar las necesidades o requerimientos específicos de limpieza de cada área. Todas necesitan un cuidado especial para poder garantizar el bienestar de todos.
Involucrar a toda la comunidad educativa para el cumplimiento de la planificación también es fundamental para alcanzar los resultados esperados.
Otro aspecto clave es buscar la asesoría de profesionales para planificar el protocolo de aseo del centro educativo. La experiencia de las empresas de limpieza profesional aporta un extra y puede hacer más eficientes las labores.
En Misión Servir preparamos a nuestro personal para que ejecute las más adecuadas prácticas de limpieza y desinfección. Además, adaptamos nuestro portafolio de servicios a las necesidades de nuestros clientes.
Nuestro propósito es ayudarles a alcanzar sus metas de garantizar bienestar.
Conclusiones
Establecer un protocolo de aseo significa optimizar el bienestar y la seguridad de quienes están jornada a jornada en los centros educativos. Deben considerarse tres pilares para su correcta planificación: higiene personal, procedimientos cotidianos y extraordinarios.
Esto constituye todo un reto, tomando en consideración la interacción y las múltiples actividades que se llevan a cabo en los centros educativos. Por ello es importante contar con la colaboración de toda la comunidad, y muy especialmente también con la asesoría de empresas profesionales de aseo.
Recuerde que en Misión Servir estamos listos para ser el aliado que necesita para cumplir sus protocolos de aseo y desinfección. Si quiere saber más acerca del alcance de nuestros servicios, contáctenos.
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